martes, 5 de mayo de 2009

INTELIGENCIAS MULTIPLES

INTELIGENCIAS MÚLTIPLES

JOAQUIN AVALOS TRUJILLO
FCO. JAVIER PADILLA CHAVEZ
MARCELO LOPEZ

Howard Gardner Es conocido fundamentalmente por su teoría de las ‘inteligencias múltiples’, que señala que no existe una inteligencia única en el ser humano, sino una diversidad de inteligencias que marcan las potencialidades y acentos significativos de cada individuo, trazados por las fortalezas y debilidades en toda una serie de escenarios de expansión de la inteligencia.
1. Lingüística. En los niños se aprecia en su facilidad para escribir, leer, contar cuentos o hacer crucigramas.
2. Lógica-matemática. Se aprecia en los menores por su interés en patrones de medida, categorías y relaciones. Facilidad para la resolución de problemas aritméticos, juegos de estrategia y experimentos.
3. Corporal y kinésica (kinestésica). Facilidad para procesar el conocimiento a través de las sensaciones corporales. Deportistas, bailarines o manualidades como la costura, los trabajos en madera, etc.
4. Visual y espacial. Los niños piensan en imágenes y dibujos. Tienen facilidad para resolver puzzles, dedican el tiempo libre a dibujar, prefieren juegos constructivos, etc.
5. Musical. Los menores se manifiestan frecuentemente con canciones y sonidos. Identifican con facilidad los sonidos.
6. Interpersonal. Se comunican bien y son líderes en sus grupos. Entienden bien los sentimientos de los demás y proyectan con facilidad las relaciones interpersonales.
7. Intrapersonal. Aparecen como introvertidos y tímidos. Viven sus propios sentimientos y se automotivan intelectualmente.


Posteriormente a estas siete líneas de inteligencia, inicialmente descritas (1983), Gardner añadió una octava, referida a la ‘inteligencia naturalista’ o de facilidad de comunicación con la naturaleza.

La diversificación del desarrollo cognitivo que preconiza la teoría de las inteligencias múltiples ha venido a indicar líneas de acción pedagógica adaptadas a las características del individuo, modos de comunicación más eficaces y aplicaciones tecnológicas con un grado de conectividad adecuado al perfil intelectivo de sus usuarios.

Para Gardner, la inteligencia natural [IQ] tiene no es un sustrato idéntico de todos los individuos, sino una base biopsicológica singular, formada por combinaciones de potencialidades múltiples que no siempre se despliegan como consecuencia de una educación estandarizada que no distingue los matices diferenciales del individuo.
En términos de mediación cultural e informativa esta disección de las capacidades perceptivas y, consecuentemente, de las demandas intelectivas permite explorar nuevas vías de acercamiento a los llamados públicos objetivos, generalmente descritos mediante parámetros sociológicos y de acuerdo con los intereses del emisor o de quienes usan los soportes. El análisis de la recepción a partir de las potencialiades perceptivas e intelectivas sugiere una relación nueva entre el creador del mesanje y la audiencia.
Gardner estudia asimismo el liderazgo, cómo se forma éste y su relación con las modas, con la diseminación de las actitudes a través de la comunicación. Es inimaginable un líder que no comunique bien, que no transmita los valores que le sustentan ante la opinión pública, pero también que sepa describir estrategias de comunicación que le hagan llegar a públicos heterogéneos y especializados, esto es, que tenga en cuenta la naturaleza diversificada de las mentes perceptivas, su sensibilidad y desarrollo cognitivo.



Posteriormente se incorporó la INTELIGENCIA EMOCIONAL:




 La inteligencia, lo que consideramos acciones inteligentes, se modifica a lo largo de la historia. La inteligencia no es una sustancia en la cabeza como es el aceite en un tanque de aceite. Es una colección de potencialidades que se completan.
 Cada ser humano tiene una combinación única de inteligencia. Éste es el desafío educativo fundamental. Podemos ignorar estas diferencias y suponer que todas nuestras mentes son iguales. O podemos tomar las diferencias entre ellas.
 Una inteligencia es un potencial biopsicológico que no debe confundirse con un dominio del saber, que es una actividad socialmente construida.
 En la mayor parte de los países del mundo las escuelas se organizan de maneras uniformes. Se enseñan y evalúan las mismas materias de las mismas maneras, a todos los estudiantes por igual, porque parece justo poder tratar a todos los estudiantes como si fueran iguales. Ellos se apoyan en el supuesto equivocado de que todas las personas tienen el mismo tipo de mente. Pero yo creo que todas las personas tienen un tipo de mente distinto. Nadie gastaría dinero en un terapeuta que ignorara todo aquello que es específico de los individuos.
 En el futuro vamos a ser capaces de individualizar, de personalizar la educación tanto cuanto querramos
 Es muy importante evaluar las inteligencias, pero los tests estandarizados no son la solución.
 El gran desafío, tanto para el docente como para el alumno, es encontrar ese equilibrio entre grado de desafío de una actividad y el grado de habilidad de la persona que la realiza.
 Quizás la amalgama de juventud y madurez es una característica identificable del genio científico creativo.
 Nuestras limitaciones no sólo posibilitan los primeros aprendizajes vitales, sino que también permiten ocasionales rupturas creativas.
 Sería conveniente disponer, en un volúmen, de una síntesis del trabajo sobre la educación de las estructuras de la mente que fuera "de buena tinta".
 El diseño de mi escuela ideal del futuro se basa en dos hipótesis: la primera es que no todo el mundo tiene los mismos intereses y capacidades; no todos aprendemos de la misma manera. La segunda hipótesis puede doler: es la de que en nuestros días nadie puede llegar a aprender todo lo que hay para aprender.
 Una escuela centrada en el individuo tendría que ser rica en la evaluación de las capacidades y de las tendencias individuales. Intentaría asociar individuos, no sólo con áreas curriculares, sino también con formas particulares de impartir esas materias.
 Conjuntamente con los especialistas evaluadores, la escuela del futuro deberá contar con el "gestor (broker) estudiante-curriculum". Su trabajo consistiría en ayudar a emparejar los perfiles de los estudiantes, sus objetivos e intereses, con contenidos curriculares concretos y determinados estilos de aprendizaje.
 El propósito de la educación es lograr que las personas quieran hacer lo que deben hacer.

INTELIGENCIAS MÚLTIPLES
Howard Gardner define la inteligencia como LA CAPACIDAD DE RESOLVER PROBLEMAS O ELABORAR PRODUCTOS QUE SEAN VALIOSOS EN UNA O MAS CULTURAS.
La importancia de la definición de Gardner es doble:
Primero, amplía el campo de lo que es la inteligencia y reconoce lo que todos sabíamos intuitivamente, y es que la brillantez académica no lo es todo. A la hora de desenvolvernos en esta vida no basta con tener un gran expediente académico. Hay gente de gran capacidad intelectual pero incapaz de, por ejemplo, elegir bien a sus amigos y, por el contrario, hay gente menos brillante en el colegio que triunfa en el mundo de los negocios o en su vida personal. Triunfar en los negocios, o en los deportes, requiere ser inteligente, pero en cada campo utilizamos un tipo de inteligencia distinto. No mejor ni peor, pero si distinto. Dicho de otro modo, Einstein no es más inteligente que Michel Jordan, pero sus inteligencias pertenecen a campos diferentes.
Segundo y no menos importante, Gardner define la inteligencia como una capacidad. Hasta hace muy poco tiempo la inteligencia se consideraba algo innato e inamovible. Se nacía inteligente o no, y la educación no podía cambiar ese hecho. Tanto es así que en épocas muy cercanas a los deficientes psíquicos no se les educaba, porque se consideraba que era un esfuerzo inútil.
Al definir la inteligencia como una capacidad Gardner la convierte en una destreza que se puede desarrollar. Gardner no niega el componente genético.
Todos nacemos con unas potencialidades marcadas por la genética. Pero esas potencialidades se van a desarrollar de una manera o de otra dependiendo del medio ambiente, nuestras experiencias, la educación recibida, etc.
Ningún deportista de elite llega a la cima sin entrenar, por buenas que sean sus cualidades naturales. Lo mismo se puede decir de los matemáticos, los poetas, o de la gente emocionalmente inteligente.

Howard Gardner enfatiza el hecho de que todas las inteligencias son igualmente importantes. El problema es que nuestro sistema escolar no las trata por igual y ha entronizado las dos primeras de la lista, (la inteligencia lógico - matemática y la inteligencia lingüística) hasta el punto de negar la existencia de las demás.
Para Gardner es evidente que, sabiendo lo que sabemos sobre estilos de aprendizaje, tipos de inteligencia y estilos de enseñanza es absurdo que sigamos insistiendo en que todos nuestros alumnos aprendan de la misma manera.

A continuación, los maestrantes que presentamos la siguiente investigación, transcribimos textualmente lo postulado por Howard Gardner:

¿Qué es eso que llamamos Inteligencia ?
La Teoría de las Inteligencias Múltiples y la Educación
Cuando era estudiante aprendí que no siempre los primeros puntajes de egreso de la facultad se correlacionaban con los mejores profesionales .
Lo mismo había pasado en mi secundario y también en la escuela primaria.
Los evaluados con los promedios mas altos tenían más puertas abiertas , sí. Pero no era garantía de que luego en el ejercicio de su conocimiento, realmente fueran los mejores.
Observando a mis alumnos veía “malos” estudiantes, que fuera del ámbito educacional eran brillantes, creativos, inteligentes y ....
En más de una oportunidad me he preguntado :
Qué le pasa a este chico?
Y hasta con algún hijo mío...
Personas destacadas en todo, o casi todo, lucidas, muy valoradas en ciertas áreas pero, con bajo rendimiento académico. Y estoy hablando de individuos absolutamente normales, bien adaptados y hasta felices. De familias armónicas y equilibradas. Chicos entusiastas, con ideas y objetivos claros parecían perder la motivación al incorporarse a los procesos de enseñanza y de aprendizaje del colegio. No lograban engranar en esa mecánica propuesta por la escuela. (1)
(1) Conozco casos a través de mi tarea en consultorio de chicos que habían sido “etiquetados” como alumnos con dificultades en el aprendizaje o por déficit de atención. Sometidos a tratamiento con medicación y fundamental y lamentablemente considerados “enfermos mentales”.
Los logros eran obtenidos a través de costosos esfuerzos que los alejaban de manera inconsciente del estudio. Produciéndose así un círculo vicioso. Una asociación equivocada de aprender- dolor.
Y por ende un rechazo al estudio.
Hoy tengo una respuesta, por supuesto, no la única, a aquella primera pregunta:
Qué le pasa a este chico?.
El Dr. Howard Gardner, director del Proyecto Zero y profesor de psicología y ciencias de la educación en la Universidad Harvard ha propuesto su teoría de las Inteligencias Múltiples.
Hasta ahora hemos supuesto que la cognición humana era unitaria y que era posible describir en forma adecuada a las personas como poseedoras de una única y cuantificable inteligencia. Pues la buena noticia es que en realidad tenemos por lo menos ocho inteligencias diferentes. Cuantificadas por parámetros cuyo cumplimiento les da tal definición. Por ejemplo: tener una localización en el cerebro, poseer un sistema simbólico o representativo, ser observable en grupos especiales de la población tales, como “prodigios” y “tontos sabios” y tener una evolución característica propia.
La mayoría de los individuos tenemos la totalidad de este espectro de inteligencias. Cada una desarrollada de modo y a un nivel particular, producto de la dotación biológica de cada uno, de su interacción con el entorno y de la cultura imperante en su momento histórico. Las combinamos y las usamos en diferentes grados, de manera personal y única.
Pero... qué es una inteligencia?
Es la capacidad
*para resolver problemas cotidianos
*para generar nuevos problemas
*para crear productos o para ofrecer servicios dentro del propio
ámbito cultural
... y cuáles son estas ocho inteligencias?
Inteligencia Musical es la capacidad de percibir, discriminar, transformar y expresar las formas musicales. Incluye la sensibilidad al ritmo, al tono y al timbre.
Está presente en compositores, directores de orquesta, críticos musicales, músicos, luthiers y oyentes sensibles, entre otros.
Los niños que la evidencian se sienten atraídos por los sonidos de la naturaleza y por todo tipo de melodías. Disfrutan siguiendo el compás con el pie, golpeando o sacudiendo algún objeto rítmicamente.
Inteligencia Corporal- cinestésica es la capacidad para usar todo el cuerpo en la expresión de ideas y sentimientos, y la facilidad en el uso de las manos para transformar elementos. Incluye habilidades de coordinación, destreza, equilibrio, flexibilidad, fuerza y velocidad, como así también la capacidad cinestésica y la percepción de medidas y volúmenes.
Se manifiesta en atletas, bailarines, cirujanos y artesanos, entre otros..
Se la aprecia en los niños que se destacan en actividades deportivas, danza, expresión corporal y / o en trabajos de construcciones utilizando diversos materiales concretos. También en aquellos que son hábiles en la ejecución de instrumentos.

Inteligencia Lingüística es la capacidad de usar las palabras de manera efectiva , en forma oral o escrita. Incluye la habilidad en el uso de la sintáxis, la fonética, la semántica y los usos pragmáticos del lenguaje (la retórica, la mnemónica, la explicación y el matelenguaje).
Alto nivel de esta inteligencia se ve en escritores, poetas, periodistas y oradores, entre otros.
Está en los niños a los que les encanta redactar historias, leer, jugar con rimas, trabalenguas y en los que aprenden con facilidad otros idiomas.
(1) Conozco casos a través de mi tarea en consultorio de chicos que habían sido “etiquetados” como alumnos con dificultades en el aprendizaje o por déficit de atención. Sometidos a tratamiento con medicación y fundamental y lamentablemente considerados “enfermos mentales”.Inteligencia Lógico-matemática es la capacidad para usar los números de manera efectiva y de razonar adecuadamente. Incluye la sensibilidad a los esquemas y relaciones lógicas, las afirmaciones y las proposiciones, las funciones y otras abstracciones relacionadas.
Alto nivel de esta inteligencia se ve en científicos, matemáticos, contadores, ingenieros y analistas de sistemas, entre otros.
Los niños que la han desarrollado analizan con facilidad planteos y problemas. Se acercan a los cálculos numéricos, estadísticas y presupuestos con entusiasmo.
Inteligencia Espacial es la capacidad de pensar en tres dimensiones. Permite percibir imágenes externas e internas, recrearlas, transformarlas o modificarlas, recorrer el espacio o hacer que los objetos lo recorran y producir o decodificar información gráfica.
Presente en pilotos, marinos, escultores, pintores y arquitectos, entre otros.
Está en los niños que estudian mejor con gráficos, esquemas, cuadros. Les gusta hacer mapas conceptuales y mentales. Entienden muy bien planos y croquis.
Inteligencia Interpersonal es la capacidad de entender a los demás e interactuar eficazmente con ellos. Incluye la sensibilidad a expresiones faciales, la voz, los gestos y posturas y la habilidad para responder.
Presente en actores, políticos, buenos vendedores y docentes exitosos, entre otros.
La tienen los niños que disfrutan trabajando en grupo, que son convincentes en sus negociaciones con pares y mayores, que entienden al compañero.
Inteligencia Intrapersonal es la capacidad de construir una percepción precisa respecto de sí mismo y de organizar y dirigir su propia vida. Incluye la autodisciplina, la autocomprensión y la autoestima.
Se encuentra muy desarrollada en teólogos, filósofos y psicólogos, entre otros.
La evidencian los niños que son reflexivos, de razonamiento acertado y suelen ser consejeros de sus pares.
Inteligencia Naturalista es la capacidad de distinguir, clasificar y utilizar elementos del medio ambiente, objetos, animales o plantas. Tanto del ambiente urbano como suburbano o rural. Incluye las habilidades de observación, experimentación, reflexión y cuestionamiento de nuestro entorno.
La poseen en alto nivel la gente de campo, botánicos, cazadores, ecologistas y paisajistas, entre otros.
Se da en los niños que aman los animales, las plantas; que reconocen y les gusta investigar características del mundo natural y del hecho por el hombre.
Cuánta posibilidad intelectual !!!
Cuánta capacidad de desarrollo!!!
Sin embargo, cuando analizamos los programas de enseñanza que impartimos, que obligamos a nuestros alumnos seguir, a nuestros hijos; vemos que se limitan a concentrarse en el predominio de las inteligencias lingüística y matemática dando mínima importancia a las otras posibilidades del conocimiento. Aquí el por qué muchos alumnos que no se destacan en el dominio de las inteligencias académicas tradicionales, no tienen reconocimiento y se diluye así su aporte al ámbito cultural y social. Y hasta pensamos de ellos que han fracasado, cuando en realidad estamos suprimiendo sus talentos.
A veces, muy lamentablemente he podido escuchar a algunos profesores expresar “Mi materia es filtro”. En general se refieren a matemática y lengua. Lo dicen y lo peor, tal vez, es que lo piensan. Se privilegia de esta manera una visión cultural. Hoy es la técnica. Así como ayer en época de Mozart, en una Europa en que florecían las artes en general, mecenas adinerados sostenían a los artistas reforzando la jerarquización y desarrollo de las que hoy conocemos y denominamos inteligencia musical e inteligencia espacial. De esta manera la cultura imperante favorece y valoriza a algunas inteligencias en detrimento de otras. Crecen así intelectos de parcial desarrollo que de otra manera podrían ser mucho más completos.
Entonces . . Por dónde empezar?
Es evidente que tanto el hogar como la escuela son, por el momento en que intervienen y su capacidad de interactuar, los responsables regios de la educación de los niños. Los medios son poderosos sugerentes, manipuladores gigantes con uso abusivo de los subjetivemas, pero es el feed- back del padre y del maestro lo que más incidencia tiene en el desarrollo del intelecto.
Los niños viven pendientes del reconocimiento de los adultos. La expresión valorativa de las figuras parentales es dramáticamente poderosa en la mente en formación del infante.
Existen dos tipos de experiencias extremas que es importante tener en cuenta. Las experiencias cristalizantes y las paralizantes. Las primeras, son hitos en la historia personal, claves para el desarrollo del talento y de las habilidades en las personas.
Se cuenta que cuando Albert Einstein tenía cuatro años su padre le mostró una brújula magnética. Ya en la adultez, el autor de la Teoría de la Relatividad, recordaba ese hecho como el motivador de su deseo imparable de desentrañar los misterios del universo.
Como experiencia cristalizante, puede ser considerada también la de Yehudi Menuhin, uno de los grandes violinistas de la historia contemporánea. A los tres años fue llevado a un concierto de la Sinfónica de San Francisco. En esa oportunidad fue hechizado por el violinista que ejecutó el “solo”. Pidió a sus padres que le regalaran un violín para su cumpleaños y que ese ejecutante fuese su profesor. Ambos deseos fueron satisfechos y el resto es historia.
Él, histórico ... y millonario.
Por otro lado, como contrapartida, existen las experiencias paralizantes. Son aquellas que bloquean el desarrollo de una inteligencia. Podemos poner como ejemplo a un mal maestro que descalificó un trabajo, humillando con su comentario frente al aula la incipiente creación artística de un alumno. O la violenta evaluación de un padre cuando gritó “ Dejá de hacer ese ruido” en el momento en que la fantasía del niño lo hacía integrar una “banda” importante en concierto y golpeaba con dos palillos sobre la mesa.
Las experiencias de este tipo están llenas de emociones negativas, capaces de frenar el normal desarrollo de las inteligencias. Sensaciones de miedo, vergüenza, culpa, odio, impiden crecer intelectualmente. Es probable así, que luego el niño decida no acercarse más a un instrumento musical o no dibujar más porque ya decidió que “no sabe hacerlo”.
La responsabilidad de las figuras parentales es enorme.
Hay que tomar conciencia de ello y actuar en beneficio del niño.
Los padres en casa, con estímulo, comprensión y aliento,.
Y los docentes cambiando el enfoque del proceso de enseñanza y de aprendizaje. Aplicando el concepto de las inteligencias múltiples, desarrollando estrategias didácticas que consideren las diferentes posibilidades de adquisición del conocimiento que tiene el individuo. Si el niño no comprende a través de la inteligencia que elegimos para informarlo, considerar que existen por lo menos siete diferentes caminos más para intentarlo. También enriqueciendo los entornos de aula, promoviendo amplitud y posibilidades de interactuar de diversas formas con compañeros y objetos a elección del alumno.
Habrá además que desarrollar un nuevo concepto y sistema de evaluación. No podemos seguir evaluando a la persona multinteligente a través de una única inteligencia. El ser humano es mucho más completo y complejo. Hoy lo sabemos.
Por último habrá que modificar el currículum.
Y cómo hacemos para transformar una escuela tradicional en una de inteligencias múltiples?
Éste evidentemente es un trabajo en equipo. Los principales responsables serán los docentes que decidan hacer o intervenir en este proceso. En él participan los docentes , desde sus diferentes roles (directivos,profesores maestros ), alumnos y padres. Una de las consecuencias más alentadores y fácilmente observable es el alto nivel de motivación y alegría que se produce en los educandos. A esto hay que agregar la aparición del humor en las tareas. Esto último transforma realmente el preconcepto que del “tener que ir a la escuela” generalmente tienen nuestros niños. El concurrir al colegio se transforma así en algo grato, divertido y . . . útil.
Ya países como Australia, Canadá, Estados Unidos, Venezuela, Israel e Italia, entre otros, están trabajando sobre este tema. En nuestro país hay gente capacitándose y algunas escuelas están iniciando la experiencia. Estados Unidos es el país que ha tomado la delantera, ya hay más de cincuenta escuelas estatales de I.M. en funcionamiento.
Como en toda tarea, existen diferentes pasos a seguir para transformar una escuela tradicional en una de I.M., lo primero es aprender la nueva teoría . Pero antes, querer hacerlo. Es imprescindible que los docentes sean voluntarios en este proceso de cambio. En forma general habrá que seleccionar y capacitar a los integrantes del proyecto. Informar a los padres y alumnos. Prender la llama de la motivación y el asombro en todos los integrantes de la escuela.
Hay que tener presente que no existe un modelo a copiar, hay que crear uno nuevo. Cada escuela de I.M. será fruto de la capacidad y creatividad del equipo. Porque siempre será un trabajo en equipo. Con lo cual ya estamos practicando un método enriquecedor de trabajo.
Trabajar en grupo genera el fenómeno del efecto sinérgico, el cual hace que “el todo sea mayor que la suma de las partes”.
Una idea es conformar en un principio, equipos que desarrollen diferentes partes de este cambio. Por ejemplo, un equipo trabajará en el desarrollo de estrategias didácticas; otro se hará cargo de las modificaciones a implementar en los entornos de aula. Otro encarará los nuevos métodos de evaluación. Y así sucesivamente.
Este será un primer paso a fin de realizar y responsabilizar tareas. Luego, está claro que todos intervendrán en todo. En un aporte permanente pues el proceso es totalmente dinámico.
Por último se determinará cuándo, cómo, quiénes, dónde y empezar. Y con ello, se hará un cronograma que nos guíe.
Se abre así a partir de esta teoría de las I.M. una revolución en la enseñanza.
La teoría está.
El conocimiento, al alcance de las diferentes inteligencias de los docentes, de los padres y de las autoridades responsables de la educación. Sólo hace falta tomar el desafío y ponerlo en marcha.
La experiencia de más de diez años de aplicación de este enfoque teórico deja un corolario que puede resumirse en los siguientes logros:
Minimización de los problemas de conducta
Incremento de la autoestima en los niños
Desarrollo de las habilidades de cooperación y liderazgo
Enorme aumento del interés y de la dedicación al aprendizaje
Incremento de un cuarenta por ciento en el conocimiento
Presencia permanente del humor.
Creo que estos logros (inteligencias múltiples), por sí solos son suficientes para hacer el cambio.
Al estar haciendo el presente trabajo, Joaquín, Javier y Marcelo, nos dimos cuenta que el material consultado es por demás valioso y aporta conocimientos, experiencias y razonamientos tan interesantes que bien vale la pena transcribirlos y tenerlos a la mano como material de consulta, por tal motivo, a continuación hacemos la transcripción de algunos materiales que a nuestro juicio nos pueden ser de utilidad en el transcurso de nuestra maestría:


INTELIGENCIA EMOCIONAL
Si la inteligencia es el conjunto de capacidades que nos permite resolver problemas o fabricar productos valiosos en nuestra cultura, la inteligencia emocional es el conjunto de capacidades que nos permite resolver problemas relacionados con las emociones. Con nuestras emociones (inteligencia intrapersonal) y con las de los demás (inteligencia interpersonal).
De la misma forma que tendemos a considerar que la única inteligencia es la académica tendemos a reducir el pensamiento al pensamiento propio del hemisferio lógico (pensamiento racional, abstracto, verbal). Pero ese es sólo un modo de pensamiento.
Daniel Goleman dice que "tenemos dos mentes, una que piensa y otra que siente" Otra manera de entenderlo es que el pensamiento es un proceso con muchas caras. Las emociones son una de las facetas de ese proceso, una parte tan integral del mismo como el pensamiento lógico, lineal y verbal del hemisferio izquierdo. De la misma manera que no pensamos sólo con un único hemisferio, sino que los dos son necesarios, tampoco nos limitamos a procesar la información, además la sentimos.
A la hora de andar por la vida es más importante saber descifrar nuestras emociones que saber despejar ecuaciones de segundo grado. Las empresas lo saben bien y cuando contratan a alguien no piden sólo un buen currículo, además buscan un conjunto de características psicológicas como son la capacidad de llevarse bien con los colegas, la capacidad de resolver conflictos, la capacidad de comunicarse, etc. El que tengamos o no esas cualidades o habilidades va a depender del grado de desarrollo de nuestra inteligencia emocional.
Cuando hacemos un examen de poco nos sirve saber las respuestas si nos ponemos tan nerviosos que no somos capaces de contestar las preguntas adecuadamente. Naturalmente tampoco es suficiente estar tranquilo, hay que saber las respuestas del examen y saber mantener la calma.
Pero mientras que normalmente pasamos mucho tiempo aprendiendo (y enseñando) las respuestas del examen no solemos dedicarle ni un minuto a aprender (o enseñar) cómo controlar los nervios o cómo calmarlos.
Nuestro sistema educativo no es neutro, no le presta la misma atención a todos los estilos de aprendizaje, ni valora por igual todas las inteligencias o capacidades. No hay más que mirar el horario de cualquier escolar para darse cuenta de que la escuela no le dedica el mismo tiempo a desarrollar la inteligencia corporal - kinestésica y la inteligencia lingüística, por poner un ejemplo.
En cuanto a la inteligencia emocional (la capacidad de entender y controlar las emociones) la escuela simplemente la ignora. No es tanto que no la considere importante, es que su aprendizaje se da por supuesto.
El colegio no hace más que reflejar la visión de la sociedad en su conjunto. A nadie le extraña que un alumno tenga que hacer muchos ejercicios para aprender a resolver ecuaciones, sin embargo, no nos planteamos la necesidad de adiestrar a nuestros alumnos en como prestar atención durante una conversación, por ejemplo.
Naturalmente, además, no sabemos como hacerlo. Mejor dicho, porque nunca lo hemos considerado parte de nuestra tarea no hemos aprendido a hacerlo. Lo que se está planteando ahora por primera vez es que, de la misma manera que practicamos y desarrollamos la capacidad de escribir o la capacidad de hacer deporte podemos desarrollar y practicar el conjunto de capacidades que nos permiten relacionarnos de manera adecuada con el mundo exterior y con nosotros mismos, es decir la inteligencia emocional.
El primer paso es identificar las capacidades que conforman la inteligencia emocional, en sus dos vertientes, la inteligencia intrapersonal y la interpersonal.
Una vez que sabemos lo que queremos enseñar podemos diseñar las actividades y los ejercicios necesarios.


INTELIGENCIA INTRAPERSONAL

"Las emociones proporcionan los criterios esenciales sobre los que basar el proceso racional de toma de decisiones sobre nuestras vidas"
Damasio
La inteligencia intrapersonal consiste, según la definición de Howard Gardner, en el conjunto de capacidades que nos permiten formar un modelo preciso y verídico de nosotros mismos, así como utilizar dicho modelo para desenvolvernos de manera eficiente en la vida.
Salovey y Mayer, los primeros en formular el concepto de inteligencia emocional, definen cinco grandes capacidades propias de la inteligencia emocional, de las que tres se corresponden a la inteligencia intrapersonal. Las tres capacidades en las que se fundamenta la inteligencia intrapersonal son las siguientes:




La capacidad de percibir las propias emociones


"Mr. Duffy vivía a corta distancia de su cuerpo"
James Joyce
Conocer y controlar nuestras emociones es imprescindible para poder llevar una vida satisfactoria. Sin sentir emociones es imposible tomar decisiones, como demuestran las investigaciones realizadas por Antonio Damasio. Para conocer y controlar nuestras emociones tenemos primero que reconocerlas, es decir, darnos cuenta de que las estamos sintiendo. Toda la inteligencia emocional se basa en la capacidad de reconocer nuestros sentimientos. Y aunque parezca de Perogrullo, saber lo que estamos sintiendo en cada momento no es tan fácil.
La percepción de las propias emociones implica saber prestarle atención a nuestro propio estado interno. Pero normalmente estamos más acostumbrados a practicar como no sentir que a sentir.
Gastamos mucha energía tratando de distanciarnos de nuestras emociones, intentando no sentirlas, no pensar en ellas, no experimentarlas, unas veces porque son desagradables o difíciles y otras porque no encajan con nuestra idea de lo que debiéramos sentir.
En cualquier caso, las actividades para aprender a notar nuestras emociones son muy sencillas. Reconocer nuestras emociones pasa por prestarle atención a las sensaciones físicas que provocan esas emociones. Las emociones son el punto de intersección entre mente y cuerpo, se experimentan físicamente, pero son el resultado de una actividad mental.
El segundo paso es aprender a identificar y distinguir unas emociones de otras. Cuando notamos que sentimos algo y además lo identificamos lo podemos expresar. Hablar de nuestras emociones nos ayuda a actuar sobre ellas, a controlarlas. Expresar emociones es el primer paso para aprender a actuar sobre ellas.
Una vez más las actividades que nos ayudan a aprender e identificar y distinguir unas emociones de otras están al alcance de todos. El principal obstáculo a ese aprendizaje parece ser cultural. Vivimos en una sociedad que de alguna manera ignora las emociones.
El tercer paso es aprender a evaluar su intensidad. Si solo notamos las emociones cuando son muy intensas estamos a su merced. Controlar nuestras emociones siempre es más fácil cuanto menos intensas sean, por lo tanto se trata de aprender aprestar atención a los primeros indicios de una emoción, sin esperar a que nos desborde.

La capacidad de controlar las propias emociones

"Todo el mundo es capaz de enfadarse, eso es fácil. Pero enfadarse con la persona adecuada, en el grado justo, en el momento adecuado, por la razón justa y de la manera adecuada, eso ya no es tan fácil. "
Aristóteles
Una vez que aprendemos a detectar nuestros sentimientos podemos aprender a controlarlos. Hay gente que percibe sus sentimientos con gran intensidad y claridad, pero no es capaz de controlarlos, sino que los sentimientos le dominan y arrastran.
Todos en algún momento nos hemos dejado llevar por la ira, o la tristeza, o la alegría. Pero no todos nos dejamos arrastrar por nuestras emociones con la misma frecuencia.
Controlar nuestros sentimientos implica, una vez que los hemos detectado e identificado, ser capaces de reflexionar sobre los mismos. Reflexionar sobre lo que estamos sintiendo no es igual a emitir juicios de valor sobre si nuestros sentimientos son buenos o malos, deseables o no deseables.
Reflexionar sobre nuestras emociones requiere dar tres pasos, determinar la causa, determinar las alternativas y, por último, actuar.
Determinar la causa ya que emociones como la ira muchas veces son una reacción secundaria a otra emoción más profunda ¿me enfado porque tengo miedo, porque me siento inseguro, o porque me siento confuso?
Distintas causas necesitarán distintas respuestas, y el mero hecho de reflexionar sobre el origen de mi reacción me ayuda a controlarla.





EMOCIÓN # ACCIÓN


Si esta es la situación, ¿qué alternativas tengo? Emoción no es igual a acción Sentimiento no es igual a reacción. Sentir enfado no es igual a pegar al causante de mi enfado. Sentir miedo no es igual a esconderse debajo de la cama. Ante la misma situación puedo reaccionar de muchas maneras, ante el mismo sentimiento, puedo seguir muchos caminos. Aprender a plantearse alternativas y aprender a analizar las consecuencias de cada una de ellas es el segundo paso.
Por último, elegir mi manera de actuar.
Puedo, naturalmente, optar por quedarme como estoy o puedo optar por cambiar la emoción que estoy sintiendo. No hay reglas que digan que es lo que hay que hacer. Tan dañino puede ser intentar no sentir una emoción como sumergirse en ella.
Elija lo que elija puedo recurrir a recursos externos o internos:
Los recursos externos son todas las actividades que nos ayudan a distraer nuestra atención. Irse al cine, darse un paseo, escuchar música, salir con los amigos, son todos métodos eficaces de cambiar el estado de animo. La gimnasia cerebral es un buen recurso externo para controlar emociones.
Utilizar nuestros recursos internos supone actuar directamente sobre nuestro proceso de pensamiento.
Una de las herramientas más eficaces para actuar sobre nuestras emociones nos lo ofrece el hemisferio izquierdo. De la misma forma que todos estamos sintiendo constantemente, todos estamos hablando con nosotros mismos constantemente.
Cuando le prestamos atención a nuestro dialogo interno descubrimos que la forma en que nos hablamos a nosotros mismos tiene enorme influencia en nuestra manera de reaccionar y sentir.
Otro recurso interno consiste en re - interpretar la situación, cambiar su significado. Todos nos sentimos mal cuando fracasamos, pero ¿en qué consiste fracasar? La misma situación se puede interpretar de muchas maneras. Hay personas capaces de resistir las pruebas más terribles y personas que se ahogan en un vaso de agua, la diferencia muchas veces reside en la manera de interpretar las situaciones por las que atraviesan.
Actuar sobre mi proceso de pensamiento supone aceptar mi propio papel como creador de la emoción que siento. Es decir, tengo que plantearme que es posible a controlar los sentimientos, que no son inamovibles. Todos tenemos la capacidad de aprender a actuar sobre nuestras emociones, pero ese aprendizaje, como cualquier otro, requiere un periodo de práctica.


La capacidad de motivarse a uno mismo

" La disciplina consiste en recordar lo que uno quiere realmente"
Anónimo
Los deportistas de elite llevan, muchas veces desde la infancia, una vida que la mayoría de nosotros no resistiría ¿Qué es lo que hace que alguien sea capaz de entrenar incansablemente durante años?
La tercera capacidad de la inteligencia intrapersonal es la capacidad de auto - motivarse. La auto - motivación es lo que nos permite hacer un esfuerzo, físico o mental, no porque nos obligue nadie, sino porque queremos hacerlo.
Nos motivamos a nosotros mismos cuando sabemos lo que queremos conseguir y como conseguirlo Por tanto para desarrollar la capacidad de motivarnos a nosotros mismos primero tenemos que aprender a fijar los objetivos que queremos conseguir. Muchas veces no sabemos bien lo que queremos, o sabemos muy bien lo que no queremos. Aprender a plantear objetivos y saber que es lo que de verdad queremos es, por tanto, el primer paso.
Un objetivo no es lo mismo que un deseo. Los objetivos son los resultados que queremos conseguir como consecuencia de nuestra actividad. Para poder conseguir nuestros objetivos estos tienen que estar bien definidos.
Naturalmente una vez que tengamos nuestro objetivo necesitamos un plan de acción. Aprender a establecer objetivos no basta, esos objetivos tienen, además, que ser viables y nosotros necesitamos saber que pasos tenemos que dar para poder alcanzarlo.
Saber los pasos a dar incluye conocer nuestros puntos fuertes y débiles, saber cuando necesitamos ayuda y cuando no, en suma formar un modelo mental verídico de uno mismo.

UN INFORME METEOROLÓGICO PERSONAL

Tómate un momento y siéntate tranquilo.
Respira y préstale atención a tu respiración...dentro...fuera...dentro...fuera..
Coloca la mano en el corazón...
¿Cómo te sientes hoy?
¿Qué te dice el corazón sobre como te sientes?
Haz un informe meteorológico sobre tu tiempo interior
Ahí dentro ¿está nublado o hace sol?
¿Llovizna o llueve a mares?
¿Qué tal el aire, cargado como si fuese a haber tormenta o fresco?
¿Hace frío, calor, o es una temperatura suave?
Con tres lápices de colores haz un dibujo de tu tiempo interior


Esta actividad procede del libro "The Learning Adventure" de Eva Hoffman y Zdzistaw Bartokowicz. "The Learning Adventure" es un libro para aprender a aprender pensado para niños y lleno de actividades útiles para todas las edades.
El 'informe meteorológico' es una de las muchas de las actividades de ese libro que se pueden usar, además, en el aula de lengua extranjera para practicar el idioma.
Referencia: The learning Adventure (ISBN 0 9535387 0 2). Publicado por Learn to Learn. P.O.Box 29, Middlewich, CW10 9FN Inglaterra
IDENTIFICAR EMOCIONES
En su libro "Inteligencia Emocional" Daniel Goleman describe una clase en un colegio de New Haven en la que los alumnos están aprendiendo a identificar y expresar emociones.
Partiendo de fotos de distintos rostros los alumnos van nombrando emociones e idenficando los gestos y expresiones faciales que las caracterizan (por ejemplo, si estas asustado abres los ojos, subes las cejas, etc.).
Se trata de relacionar una palabra con una emoción y la emoción con una expresión facial
Goleman comenta: toda lo que se enseña es tan obvio que parece innecesario enseñarlo, sin embargo, con frecuencia nos encontramos que el matón del patio del colegio ataca porque confunde expresiones neutrales con gestos hostiles y que la adolescente con desórdenes alimenticios confunde la ira con la ansiedad producida por el hambre
PRESTARLE ATENCIÓN A NUESTRAS SENSACIONES
La mayoría de las veces estamos tan ocupados que no tenemos tiempo para prestarle atención a nuestras sensaciones hasta que son muy fuertes. La siguiente actividad es para practicar la percepción de sensaciones todavía débiles.
Empieza por tomarte cinco minutos para fijarte en lo que estas notando en este momento. Toma nota de tus sensaciones, sin añadir comentarios ni juicios de valor. Por ejemplo, noto los pies cruzados, con el izquierdo apoyado sobre el derecho, noto como se mueve el pecho al respirar, arriba y abajo, noto la espalda apoyada en el respaldo del asiento...
Ahora elige alguna actividad que hagas con relativa frecuencia y que no te guste o que te moleste hacer (corregir exámenes, fregar platos o memorizar palabras nuevas, por ejemplo). La próxima vez que te toque hacer esa actividad, mientras la realizas fíjate en tus sensaciones. ¿Qué es lo que sientes mientras la haces? ¿qué sensaciones utiliza tu cuerpo para decir no me gusta?
Haz lo mismo con alguna actividad que te guste. Repite el experimento varias veces hasta que sepas que tipo de señales te da tu cuerpo cuando algo te gusta y cuando algo que no te gusta. ¿Cuál es el primer indicio? Muchas veces es algo tan sencillo como un cambio en el ritmo de la respiración, otras es una señal mucho más fuerte.
Referencia: si te interesa este tema "An Unused Intelligence, Physical Thinking or 21st Century Leadership" es un libro lleno de ejercicios y actividades, además de espléndidas explicaciones para introducir cada actividad.
"An Unused Intelligence, Physical Thinking or 21st Century Leadership. Andy Bryner and Dawna Markova, Ph.D.. Conari Press, 1996 (ISBN 0 943233 97 6)




DIALOGO INTERNO

• ¿En que situaciones hablo conmigo mismo normalmente?

• ¿Cuándo fue la última vez que hablé conmigo mismo?

• ¿Hablo sólo conmigo mismo, o mantengo conversaciones mentales con otra gente?

• Cuando hablo conmigo mismo ¿qué tal me trato a mi mismo? ¿Soy amable conmigo mismo o soy duro y desagradable?

• ¿Qué tipo de cosas me digo? ¿Son comentarios para darme ánimo o son críticas?

• ¿Qué tipo de voz utilizo?

• Mi dialogo interno ¿me ayuda a hacer las cosas mejor o me lo hace todo más difícil?

• ¿Cómo podría cambiar mi dialogo interno para que me ayudara más?
EL INVENTOR
En cierta ocasión estaban entrevistando a un inventor que había desarrollado un nuevo tipo de rodamiento. Para conseguir ese rodamiento había diseñado antes alrededor de 230 modelos distintos de rodamientos.
Le preguntaba el entrevistador que cómo no se había dado por vencido ante tantos fracasos. Sorprendido, el inventor contestó que esos 230 modelos anteriores no habían sido fracasos sino soluciones a problemas todavía no planteados.
OPTIMISTAS Y PESIMISTAS

En la provincia de la mente lo que creemos que es verdad es verdad o se convierte en verdad. En la provincia de la mente no hay más limites que los que se impone uno mismo.
John Lilly
Todos sabemos cual es la diferencia entre un optimista y un pesimista: el optimista ve la botella medio llena y el pesimista medio vacía, ¿pero qué es lo que hace que para uno esté llena y para otro vacía?
Según Martin Seligman, psicólogo de la Universidad de Pensilvania que ha hecho todo tipo de estudios acerca de las diferencias entre la manera de pensar de los optimistas y la de los pesimistas, un optimista es aquel que cuando le sale mal algo o quiere conseguir algo se plantea "que es lo que yo tengo que hacer o cambiar en esta situación", mientras que un "pesimista" es aquel que se ve a si mismo como impotente ante un mundo adverso, o a merced de su propio carácter, que le es imposible cambiar.
Dicho de otro modo, el optimista se responsabiliza de sus reacciones y el pesimista espera que el mundo cambie, que la situación mejore. En uno de los estudios de Seligman se hacía la siguiente pregunta hipotética a un grupo de estudiantes universitarios:
Querías conseguir un notable y cuando te dan las notas tienes un suspenso, ¿qué haces?
A grandes rasgos había dos tipos de respuesta, la de los alumnos que establecían un plan de acción para subir su nota y la de los alumnos que consideraban que "ellos no valían, o no se les daba bien esa asignatura".
Cuando después se comparaban las notas reales de esos alumnos el primer grupo tenía mucho mejores resultados que el segundo, independientemente de su coeficiente de inteligencia, medido según los tests tradicionales.
ACTIVIDAD: TENEMOS UN PROBLEMA
Elige un problema o una situación que te preocupe (por ejemplo, el elevado número de alumnos que sufren fracaso escolar, el consumo de drogas o cualquier otro)
Piensa en ese problema, utilizando las siguientes preguntas como guión:
• ¿En qué consiste dicho problema?
• ¿Desde cuando existe?
• ¿Por qué se originó dicho problema?
• ¿De quién es la culpa?

Una vez contestadas las preguntas anteriores, ¿cuáles son tus impresiones y/o sentimientos en este momento? ¿a que conclusiones has llegado?
Cuando hayas terminado puedes hacer la segunda parte de esta actividad
ACTIVIDAD: TENEMOS UN PROBLEMA - 2 -
Ahora piensa en ese mismo problema, utilizando las siguientes preguntas como guión:
• ¿Qué queremos en lugar de ese problema?
• ¿Cómo sabremos que hemos conseguido nuestro objetivo?
• ¿Cómo podríamos solucionar el problema y conseguir lo que queremos?
• ¿Quién nos podría ayudar a conseguir dicho objetivo lo más rápidamente posible?
• ¿Qué recursos necesitaremos?
• ¿Qué podemos aprender de este tema?
Una vez contestadas las preguntas anteriores, ¿cuáles son tus impresiones y/o sentimientos en este momento? ¿a que conclusiones has llegado?

Cuando termines, estas son las conclusiones
Actividad: tenemos un problema - comentario
La primera serie de preguntas plantea el tema como problema. La segunda serie de preguntas plantea el mismo tema pero se centra en las soluciones. Un problema es un objetivo disfrazado. Si no tuviéramos objetivos no alcanzados tampoco tendríamos ningún problema. Problemas y objetivos son las dos caras de la misma moneda.
Cuando nos planteamos una situación podemos centrar nuestra atención en cualquiera de esas dos caras de la moneda. . El que centremos nuestra atención en una cara de la moneda o en la otra tiene efectos profundos en nuestro rendimiento profesional y en nuestro equilibrio personal.
Las diferencias entre pensar en problemas o en objetivos se resumen de la siguiente manera:

Centrar la atención en los problemas a resolver puede ser útil cuando necesitamos analizar la naturaleza de los obstáculos que se nos plantean, pero si lo que necesitamos es generar alternativas y soluciones entonces necesitamos dirigir nuestra atención a lo que nos gustaría conseguir.
PODER, OBJETIVOS BIEN COMFORMADOS

Esta son algunas preguntas y normas que te pueden ayudar a plantearte objetivos bien definidos.

Enunciar siempre los objetivos en positivo
La pregunta que nos permite transformar objetivos negativos en positivos es
¿qué es lo que quieres en vez de eso?
Establecer un criterio para determinar que se ha obtenido el objetivo marcado
Cuando lo obtengas ¿en que lo notarás? Imagínatelo y piensa en que sentirás, oirás, verás.
Ningún estado o situación es adecuado siempre, a lo mejor tu objetivo es estar atento y bien despierto cuando estás en clase, pero seguro que no quieres estar alerta y bien despierto a la hora de acostarte. Por tanto,


¿Donde y cuando quieres ese objetivo?
¿En qué situaciones no te interesa? ¿cuales son los límites?
Tus objetivos tienen que ser ecológicos, es decir no oponerse a tus intereses en otras áreas. Si te planteas aprender a ayudar a todo el mundo siempre que te lo pidan te puedes encontrar totalmente desbordado por las peticiones de los demás en muy poco tiempo. Un objetivo ecológico tiene en cuenta tus intereses globales. Por tanto, hazte la siguiente pregunta,


¿Tu objetivo ¿ respeta la ecología del sistema?
¿Cuales son las ventajas e inconvenientes del estado actual? ¿Cuales son las ventajas e inconvenientes del estado deseado?


¿Que recursos necesitas para lograr tu objetivo? ¿Depende de ti mismo?
Si la consecución de un objetivo no depende de uno mismo, habrá que replantearlo de tal forma que si dependa de nosotros, ya que si no estamos en manos de los demás. Por ejemplo, quiero que mi hijo aprenda inglés es un objetivo mal conformado, por que depende de mi hijo no de mí.
Quiero darle a mi hijo los medios para aprender inglés si depende de mí. Pero todos los medios del mundo no harán aprender inglés a mi hijo si aprender idiomas no es uno de sus objetivos.
Una vez planteado un objetivo hay que establecer un plan de acción. Las dos preguntas básicas son:
¿Cuáles son los pasos a seguir?
Si no lo sabes tal vez esta pregunta te ayude a averiguarlo:

¿Qué te impide conseguir tu objetivo ?
Cuando me pregunto que me impide conseguir mi objetivo, me vuelvo a plantear un problema. Cuando tengo un problema para convertirlo en un objetivo puedo volver a aplicar la pregunta:
¿qué es lo que quiero en vez de ese problema?
A partir, repetir el proceso anterior.
LA INTELIGENCIA INTRAPERSONAL EN EL AULA
La inteligencia intrapersonal determina en gran medida el éxito o el fracaso de nuestros alumnos. Desde el punto de vista del profesor es también tremendamente importante porque de ella depende que acabemos el curso en mejor o peor estado anímico.
Para los alumnos es importante porque sin capacidad de auto - motivarse no hay rendimiento posible. Cualquier aprendizaje supone un esfuerzo. El control de las emociones es importante no sólo durante un examen, sino en el día a día. Cualquier aprendizaje de algo nuevo implica inevitables periodos de confusión y frustración y de tensión. Los alumnos incapaces de manejar ese tipo de emociones muchas veces se resisten a intentar actividades nuevas, por miedo al fracaso.
Desde el punto de vista de los profesores no podemos olvidar que en muchos países los enseñantes son una de las profesiones con mayor índice de enfermedades mentales como la depresión. Si nuestros alumnos pasan por periodos de frustración y tensión, ¿qué no decir de nosotros, los profesores?
A pesar de su importancia la inteligencia intrapersonal está totalmente dejada de lado en nuestro sistema educativo.
La inteligencia intrapersonal, como todas las demás inteligencias es, sin embargo, educable.
Algunos sistemas escolares incluyen periodos lectivos (como las horas de tutoría) en los que trabajar la inteligencia intrapersonal. Además hay asignaturas, como las lenguas, en las que se pueden incluir fácilmente actividades dirigidas a potenciar la inteligencia intrapersonal.


ACTIVIDADES DE AULA E INTELIGENCIA INTRAPERSONAL
Actividad PUNTOS FUERTES Y PUNTOS DEBILES
Objetivo: desarrollar una imagen precisa de uno mismo.
Dale una copia del siguiente texto a tus alumnos (o escríbelo en la pizarra)
Todo el mundo tiene puntos fuertes y puntos débiles. Cuando te compares con otra persona, procura pensar en todos los aspectos de su personalidad.
Tal vez tu amigo sea un gran nadador mientras que a ti se te dan mejor las ciencias. O tal vez sea más popular que tú, pero tu no cambiarías todos sus amigos por tu amistad con Pedro.
Piensa en todos los puntos fuertes y débiles que tenéis tu y tu mejor amigo. Escríbelos en los dos círculos que están a continuación. Donde los círculos se mezclan escribe los puntos que tenéis en común.
Recuerda TODOS SOMOS DISTINTOS, ES BUENO NOTAR Y ACEPTAR ESAS DIFERENCIAS.


Esta actividad procede del libro "The Learning Adventure" de Eva Hoffman y Zdzistaw Bartokowicz. "The Learning Adventure" es un libro para aprender a aprender pensado para niños y lleno de actividades útiles para todas las edades.
Referencia: The learning Adventure (ISBN 0 9535387 0 2). Publicado por Learn to Learn. P.O.Box 29, Middlewich, CW10 9FN Inglaterra
INTELIGENCIA INTERPERSONAL
La inteligencia interpersonal es la que nos permite entender a los demás. La inteligencia interpersonal es mucho más importante en nuestra vida diaria que la brillantez académica, porque es la que determina la elección de la pareja, los amigos y, en gran medida, nuestro éxito en el trabajo o e el estudio.
La inteligencia interpersonal se basa en el desarrollo de dos grandes tipos de capacidades, la empatía y la capacidad de manejar las relaciones interpersonales.

La empatía

Primero, trata de entender al otro, después trata de hacer que te entiendan a ti.

Stephen Covey
La empatía es el conjunto de capacidades que nos permiten reconocer y entender las emociones de los demás, sus motivaciones y las razones que explican su comportamiento.
La empatía supone que entramos en el mundo del otro y vemos las cosas desde su punto de vista, sentimos sus sentimientos y oímos lo que el otro oye. La capacidad de ponerse en el lugar del otro no quiere decir que compartamos sus opiniones, ni que estemos de acuerdo con su manera de interpretar la realidad. La empatía no supone tampoco simpatía. La simpatía implica una valoración positiva del otro, mientras que la empatía no presupone valoración alguna del otro.
La empatía tampoco se debe de confundir con la bondad. Los buenos timadores se caracterizan por tener una empatía muy desarrollada. La inteligencia interpersonal (al igual que todas las demás inteligencias) es una capacidad que se puede usar para el bien o para el mal.
Para poder entender al otro, para poder entrar en su mundo tenemos que aprender a ponernos en su lugar, aprender a pensar como él. Por tanto la empatía si presupone una suspensión temporal de mi propio mundo, de mi propia manera de ver las cosas.
Una de las habilidades básicas para entender al otro es la de saber escuchar. La mayoría de nosotros, cuando hablamos con otros le prestamos más atención a nuestras propias reacciones que a lo que nos dicen, escuchamos pensando en lo que vamos a decir nosotros a continuación o pensando en que tipo de experiencias propias podemos aportar.
Aprender a escuchar supone enfocar toda nuestra atención hacia el otro, dejar de pensar en lo que queremos decir o en lo que nosotros haríamos.
Cuando escuchamos con atención escuchamos con todo el cuerpo. En los estudios realizados por Paul Eckman sobre comunicación se demuestra claramente que la impresión que producimos en el otro depende mucho más de cómo le decimos que de lo que decimos. Es decir la comunicación no - verbal es más importante que la verbal.
Las personas con gran capacidad de empatía son capaces de sincronizar su lenguaje no - verbal al de su interlocutor. No sólo eso, también son capaces de 'leer' las indicaciones no - verbales que reciben del otro con gran precisión. Los cambios en los tonos de voz, los gestos, los movimientos que realizamos, proporcionan gran cantidad de información.
Esa información la procesa el hemisferio holístico y por lo tanto es más difícil de explicar verbalmente. Sin embargo no tenemos más que sentarnos en una cafetería y ponernos a observar a las personas a nuestro alrededor para descubrir que nos es muy fácil notar quienes son amigos y quienes no.
Las personas que están en sintonía demuestran esa sintonía físicamente. Con frecuencia adoptan la misma postura, o se mueven a la vez, o hacen los mismos gestos.
El impacto de los elementos no - verbales no se debe a la casualidad. Nuestra manera de entender el mundo, nuestra manera de pensar se refleja en todo nuestro cuerpo, no sólo en lo que decimos.
Cuando adaptamos nuestro lenguaje corporal, nuestra voz, y nuestras palabras a las de nuestros interlocutores, nos es más fácil entrar en su mundo, y cuando entendemos el mundo del otro podemos empezar a explicarle el nuestro.

La capacidad de manejar las relaciones interpersonales

Todo empieza en ti y en mi
David Bohm
Cuando entendemos al otro, su manera de pensar, sus motivaciones y sus sentimientos podemos elegir la manera más adecuada de presentarle nuestro mensaje. La misma cosa se puede decir de muchas maneras. Saber elegir la manera adecuada y el momento justo es la marca del gran comunicador.
La capacidad de comunicarnos es la que nos permite organizar grupos, negociar y establecer conexiones personales.
En su libro "Frogs into Princess" Bandler y Grinder, creadores de la PNL, dicen que los 'magos' de la comunicación se caracterizan por tres grandes pautas de comportamiento.
Primera, saben cuál es el objetivo que quieren conseguir, la segunda, que son capaces de generar muchas respuestas posibles hasta encontrar la más adecuada. Por último tienen la suficiente agudeza sensorial para notar las reacciones del otro.
La capacidad de establecer objetivos es uno de los requisitos de la inteligencia intrapersonal, la agudeza sensorial implica la atención a los aspectos no - verbales de la comunicación.
La flexibilidad o capacidad de generar muchas respuestas está relacionada con la capacidad de aprender a ver las cosas desde muchos puntos de vista. Como dice uno de los principios básicos de la PNL "si siempre haces lo mismo, siempre tendrás los mismos resultados" y, lo que es lo mismo, si siempre analizas las cosas desde el mismo punto de vista, siempre se te ocurrirán las mismas ideas.
La empatía y la capacidad de manejar las relaciones interpersonales son cualidades imprescindibles en un aula, por eso no es de extrañar que la enseñanza sea una de las profesiones donde la inteligencia interpersonal se encuentre con más frecuencia.
PONERSE EN EL LUGAR DEL OTRO
Piensa en alguien a quien te gustaría entender mejor y elige alguna situación concreta en la que te hubiera gustado poder comunicarte con esa persona de manera más eficaz.
Recuerda esa situación y repasa las ideas que se te pasaron por la cabeza, tus sentimientos en aquel momento, las cosas que dijiste y que te dijeron, tus impresiones, etc.
Ahora vuelve a recordar la misma situación, pero esta vez desde el punto de vista de la otra persona.
Imagínate que eres esa persona
Imagínate que te estás viendo a ti mismo desde los ojos de esa otra personal
Entra en la piel de esa persona y imagínate sus sentimientos acerca de esa situación y acerca de ti mismo. ¿Qué pensaba esa persona¿ ¿Cuál era su punto de vista acerca de la situación?
¿Qué hubieras tenido que decirle y de que manera para mejorar la comunicación entre vosotros?
Toma nota de tus impresiones.

Aprender a escuchar, un experimento
La próxima vez que estés con un grupo de personas préstale atención al número de veces que alguien interrumpe al otro a mitad de una frase para expresar sus propias ideas.
¿Que porcentaje del tiempo se produce verdadero diálogo y en que porcentaje lo que se produce son conversaciones paralelas, cada uno contando su propia idea?.
¿Cuánta gente esta prestándole atención a la conversación para entender al otro y cuanta gente está allí para expresar sus propias ideas?
Fíjate también en tu propia manera de escuchar. Cuando alguien te cuenta algo ¿empiezas a pensar enseguida en lo que tu vas a decir o mantienes toda tu atención en lo que te cuenta el otro?
¿Qué porcentaje de tu atención está en el otro y que porcentaje está en ti mismo?
Cuando tienes algo que decir ¿sigues prestándole tu atención a las palabras del otro o te distraes y estás esperando impaciente para meter baza, deseando que el otro acabe?
ELEMENTOS NO-VERBALES DE LA COMUNICACIÓN

POSTURA
La posición del cuerpo
La posición de los hombros/inclinación de la cabeza
La colocación de los brazos/piernas
MOVIMIENTOS CORPORALES
Los gestos con las manos
Los movimientos con los pies/manos/cabeza
Balancear o mover el tronco
Cambios de postura
LA EXPRESION DEL ROSTRO
Parpadeos
Sonrisas/gestos con la boca
CARACTERISTICAS DE LA VOZ
Volumen
Velocidad
Tono
Ritmo
Cambios en la intensidad
LA RESPIRACION

LA MISMA SITUACIÓN Y MUCHAS PERSPECTIVAS
Piensa en una situación en la que te gustaría tener más capacidad de reacción. Descríbela brevemente por escrito dentro del círculo principal.
Ahora elige uno de los personajes de los círculos laterales. Imagínate que eres ese personaje. Ponte en su piel. ¿Cómo se plantea la situación ese personaje? Desde dentro de esa piel ¿qué ves? ¿Qué oyes? ¿Qué ideas se te ocurren? ¿Qué consejos te ofrece ese personaje?
Repite la experiencia con los demás personajes hasta que hayas generado suficiente número de nuevas maneras de entender la situación.
LA INTELIGENCIA INTERPERSONAL EN EL AULA

La inteligencia interpersonal es importante para cualquier alumno, porque es la que le permite hacer amigos, trabajar en grupos, o conseguir ayuda cuando la necesita. El aprendizaje es una actividad social en gran medida.
La inteligencia interpersonal es todavía más importante desde el punto de vista del profesor, porque sin ella no podemos entender a nuestros alumnos, sus necesidades y sus motivaciones.
Además la empatía no sólo me permite entender al otro, cuando me pongo en el lugar del otro y aprendo a pensar como él puedo entender, entre otras cosas, la impresión que yo le causo y eso es crucial para un profesor, porque es lo que me permite ir adaptando mi manera de explicar hasta encontrar la más adecuada para ese alumno o grupo de alumnos.
Todos los profesores tenemos grupos de alumnos con los que nos es más fácil el trabajo que con otros. Las mismos pautas de comportamiento que Bandler y Grinder detectan en los grandes comunicadores nos pueden ayudar a extender nuestro radio de acción.
La primera, saber cuál es nuestro objetivo en cada momento. El mismo comportamiento puede requerir respuestas muy distintas por parte del profesor dependiendo de cada momento.
A principios de curso muchas veces mi objetivo prioritario, sobre todo con grupos que no conozco es establecer y crear un ambiente de trabajo. La misma interrupción por parte de un alumno puede ocasionar una explicación sobre las normas de funcionamiento en el aula a principios de curso y un airado reproche a finales de curso, después de todo un año trabajando juntos y cuando el objetivo principal es acabar el programa a tiempo.
La segunda, ser capaces de generar muchas respuestas posibles hasta encontrar la más adecuada. Cada alumno es un mundo y cada grupo un universo. Las mismas actividades que consiguen grandes resultados en tercero B pueden fracasar estrepitosamente en tercero C.
La atención a los estilos de aprendizaje es importante, pero también la atención a las diferencias en las motivaciones e intereses de cada grupo.
Tercera y última, tener la suficiente agudeza sensorial para notar las reacciones del otro. La mayor parte de los mensajes que nos mandan los alumnos en el aula son no -verbales. El ruido de fondo es, por ejemplo, un gran indicador del grado de atención de un grupo. Si los alumnos se empiezan a remover en la silla y a mover papeles a lo mejor es el momento de cambiar el ritmo o la actividad de alguna manera para recuperar su atención.
Además los indicadores no - verbales están relacionados con la manera de procesar la información. Una persona que procesa la información de manera visual tiende a hablar en un tono más alto y con más rapidez que alguien que procesa la información de manera kinestésica, por ejemplo. Cuando le prestamos atención a los indicadores no - verbales atisbamos el tipo de proceso mental de esos alumnos, lo que, a su vez, nos permite adecuar nuestra manera de dar clase a sus necesidades, no sólo en cuanto a las actividades sino en cuanto a mi manera de presentarlas.
El tono de voz que utilizamos, nuestros gestos, la postura, nuestra manera de movernos son parte del mensaje que le mandamos a nuestros alumnos. Un profesor preferentemente visual hablará a una velocidad que a un alumno predominantemente kinestésico le pude resultar agresiva, no por las palabras, sino por el ritmo y el tono de voz.
Cuando aprendemos a prestarle atención a las reacciones de nuestros alumnos no es mucho más fácil empezar a actuar sobre nosotros mismos. Y al fin al cabo, como dice uno de los principios de la cibernética, "normalmente es muy difícil cambiar a los demás, pero siempre me puedo cambiar a mi mismo".
Al igual que en el caso de la inteligencia intrapersonal, la inteligencia interpersonal es uno de los convidados de piedra de nuestro sistemas escolar. Sin embargo, es adiestrable. Algunos sistemas escolares incluyen periodos lectivos (como las horas de tutoría) en los que se pueden trabajar la inteligencia interpersonal. Además, en algunas asignaturas (por ejemplo, todas la lenguas) las actividades cuyo objetivo es fomentar la inteligencia interpersonal se pueden entremezclar con las actividades dirigidas a otras inteligencias, como la lingüística.


ACTIVIDADES DE AULA E INTELIGENCIA INTERPERSONAL


Actividad 1. Objetivo: desarrollar la capacidad de analizar las cosas desde distintos perspectivas.
Escribir una redacción describiéndote a ti mismo. En el primer párrafo descríbete tal y cómo tu te ves. En el segundo párrafo, descríbete tal y como te ve tu mejor amigo, en el tercer párrafo descríbete tal y como te vería alguien que no te conociera y se cruzase contigo en la calle.


Actividad 2. Objetivo: aprender a ponerse en el lugar del otro.
Piensa en alguien a quien conozcas bien y a quien hace tiempo que no ves. Si ese amigo te escribiese una carta ¿qué te diría?.


Actividad 3. Objetivo: aumentar la agudeza sensorial
Pídele a tres personas distintas que lean en voz alta el mismo texto. ¿Cómo cambia el texto con las distintas voces? ¿Cuál de las tres voces te resultó más apropiada para ese texto?
Ahora lee tú el mismo texto tres veces, cambiando el tono de voz y la manera de leerlo


ESTRATEGIAS
Las estrategias son los métodos que utilizamos para hacer algo. Si tengo que, por ejemplo, tirar una pared, puedo utilizar distintos sistemas: darle golpes con la cabeza, o darle golpes con un martillo, o llamar a un albañil profesional, por mencionar unos pocos.
No se tarda lo mismo en tirar una pared a cabezazos que con un martillo neumático. Los resultados que obtenga, e incluso mi bienestar, dependerán en gran medida de que sepa elegir el método más eficaz para cada tarea. Un martillo neumático puede ser muy eficaz para tirar una pared, y un desastre si lo que quiero es hacer un agujero para colgar un cuadro.
Cuando aprendemos algo también podemos elegir entre distintos métodos y sistemas de aprender. Dependiendo de lo que queramos aprender nos interesará utilizar unas estrategias y no otras. No existen estrategias buenas y malas en sí mismas, pero sí estrategias adecuadas o inadecuadas para un contexto determinado. Los resultados que obtenemos, lo bien o rápido que aprendemos dependen en gran medida de saber elegir la estrategia adecuada para cada tarea.
La mayoría de las veces el trabajo en el aula consiste en explicar conceptos, en dar información, y en hacer ejercicios para comprobar si esos conceptos se entendieron. Muchas veces lo que no se explica ni se trabaja son las distintas estrategias o métodos que los alumnos pueden emplear para realizar un ejercicio o absorber una determinada información.
Cuando las estrategias no se explican en clase cada alumno se ve obligado a descubrirlas por su cuenta. Lo que suele suceder es que algunos alumnos, por si solos y sin necesidad de ayuda, desarrollan las estrategias adecuadas. De esos alumnos decimos que son brillantes. Pero habrá otro grupo de alumnos que desarrollarán métodos de trabajo inadecuados. Esos alumnos que trabajan y se esfuerzan y, sin embargo, no consiguen resultados son casos típicos de alumnos con estrategias inadecuadas.
Son como esquiadores intentando esquiar sin esquís o con unos esquís rotos, y compitiendo con otros esquiadores equipados a la última, por mucho que se esfuercen los mal equipados nunca podrán ganar la carrera.
Muchas veces esos alumnos (y los mismos profesores) no son conscientes de que el problema radica en la utilización de unas inadecuadas estrategias y lo atribuyen a falta de inteligencia.
Cuando no consiguen los mismos resultados que sus compañeros (o cuando se rompen la cabeza en el intento) no se plantean que el método de trabajo no es el apropiado sino que ellos son burros, no valen, son poco inteligentes. La visión prevalente en nuestra sociedad de que la inteligencia es una cualidad innata y no algo a desarrollar hace el resto, los alumnos con malas estrategias muchas veces acaban creyéndose incapaces y por lo tanto dejan de intentarlo. Cuando eso sucede el problema de las estrategias se convierte en un problema de motivación y actitudes.
No sólo los alumnos, los profesores también somos el producto de esa visión de la inteligencia como algo inamovible. Estamos acostumbrados a pensar que la inteligencia no se desarrolla, que la gente 'es' de una determinada manera. Muchas veces etiquetamos a los alumnos como brillantes o torpes y esa misma etiqueta hace que no nos planteemos la necesidad de trabajar de otra manera y, más importante, de enseñarles a ellos a trabajar de otra manera.
Pero los métodos de trabajo se pueden cambiar, las estrategias se pueden aprender. De hecho nos pasamos la vida aprendiendo nuevas maneras de hacer las cosas. ¿Quiere decir esto que cualquiera alumno puede pasar de 'torpe' a 'brillante? O, dicho de otro modo, ¿puedo yo, que no he jugado al fútbol en mi vida, llegar a ser Pele si aprendo las estrategias adecuadas?
Me temo que tengo pocas probabilidades de aprender a jugar al fútbol, no ya como Pele, sino ni siquiera como cualquiera de mis alumnos. Para empezar las capacidades se desarrollan, pero el punto de partida es distinto para cada uno de nosotros. Seguro que cuando se trata de jugar al fútbol el estado físico del que parten mis alumnos es mejor que el mío, además, la motivación y el interés son distintos. A mi no me gusta el fútbol, a mis alumnos sí. Eso sin contar con la influencia de otros factores, como por ejemplo, que jugar al fútbol es socialmente adecuado para los niños, pero no tanto para las niñas y desde luego no para las cuarentonas.
Con todo y con eso, seguro que si me pongo a jugar todos los días puedo aprender a jugar mucho mejor que ahora. En cualquier caso no es suficiente con jugar. Si me pongo a jugar todos los días, tal vez, como mis alumnos brillantes, aprenda a jugar bien yo sola, pero lo más seguro es que sin un buen entrenador que me explique como hacerlo mejor me limite a perpetuar mis errores iniciales.
Quizás mis alumnos 'torpes' no siempre puedan convertirse en 'brillantes', pero todos pueden mejorar respecto a su punto de partida y, muchas veces, con el entrenamiento adecuado, mejoran mucho más de lo que ni ellos ni yo creíamos posible.
No está claro que es lo que hace que unos alumnos desarrollen unas estrategias adecuadas y otros no, lo que sí está claro es que las estrategias se aprenden, y que un alumno con estrategias inadecuadas puede cambiarlas si se le dan las indicaciones necesarias.
El primer paso de ese proceso de cambio es desarrollar la percepción de que las estrategias existen e influyen en el aprendizaje. Esa percepción se crea tan pronto como las estrategias se convierten en parte habitual del trabajo del aula.
Trabajar estrategias en el aula supone:


Identificar la estrategia o gama de estrategias más adecuadas para cada tarea
Identificar la estrategia o conjunto de estrategias más eficaces para una tarea concreta naturalmente supone plantearnos nuestra materia no desde el punto de los conocimientos que queremos que adquieran nuestros alumnos, sino desde el punto del tipo de habilidades que necesitan desarrollar para poder adquirir esos conocimientos.
En mi experiencia trabajar estrategias muchas veces supone sacar a la luz y sistematizar conocimientos que tenemos de forma intuitiva. Todos los que hemos pasado por un aula, sea como alumnos o como profesores, sabemos distinguir a un alumno bueno de otro no tan bueno. Decimos que Rubén es muy bueno en Inglés y que a Jesús se le dan bien las matemáticas. Pero, ¿qué es lo que me demuestra que un alumno es bueno en matemáticas, inglés, dibujo, historia, filosofía, o educación física?
No es el nivel de conocimientos teóricos, sino como realizan las actividades de aula y, por lo tanto, el tipo de estrategias que utilizan.
Si lo que diferencia a un alumno bueno de otro malo es el tipo de estrategias que utiliza y nosotros sabemos identificar a los buenos alumnos, eso implica que también sabemos cuáles son las estrategias que determinan el éxito o el fracaso en nuestra asignatura. Lo que nos hace falta no es aprender nada nuevo, sino sistematizar lo que ya sabemos, hacerlo explícito. Las preguntas de estecuestionario te pueden ayudar a identificar las estrategias que determinan el éxito de tus alumnos.
Por ejemplo, la lectura es una de las tareas que nuestros alumnos necesitan realizar bien para poder obtener resultados en gran cantidad de áreas. Pero ¿cuáles son las estrategias que caracterizan a los buenos lectores?




Identificar las estrategias que utilizan los alumnos en este momento
Las estrategias de aprendizaje son procesos mentales y, por lo tanto, no son directamente observables. Sin embargo si son detectables.
Además, aunque nuestros alumnos (nosotros tampoco) no están acostumbrados a prestarle atención a las estrategias que utilizan eso no quiere decir que no las puedan explicar. Una forma rápida de averiguar que estrategias utilizan nuestros alumnos es preguntarles. La pregunta básica es ¿CÓMO LO HACES?.
Los cuestionarios de estrategias nos sirven para extraer información general, pero muchas veces necesitaremos, además, trabajar con los alumnos de forma individual hasta identificar las principales estrategias que utilizan los alumnos buenos malos y regulares de un determinado nivel. Por eso el principal obstáculo para detectar estrategias es con frecuencia la falta de tiempo.
Cuando se trata de estrategias tenemos que buscar las estrategias dentro del nivel de los alumnos a los que se las queremos enseñar. Las estrategias que yo, profesora, utilizo cuando leo un texto en inglés no tienen nada que ver con las que utilizan mis alumnos de nivel elemental, nuestro grado de conocimientos es tan distinto que necesitamos recurrir a estrategias distintas. Lo que a mí y a mis alumnos nos interesa saber es que estrategias les son más útiles en ese momento, y por lo tanto lo que necesito detectar es las estrategias de los alumnos buenos de ese nivel.



Presentarles las estrategias alternativas
Una vez que sabemos que estrategias les interesa desarrollar a nuestros alumnos se las podemos presentar y explicar. El primer paso es despertar la conciencia de los alumnos de que las estrategias existen y concienciarlos sobre su importancia. Al realizar un ejercicio cualquiera podemos, por ejemplo, dedicar unos minutos a preguntarles como lo resolvieron y discutir con la clase las ventajas y desventajas de los distintos métodos.
Cambiar las estrategias que uno está acostumbrado a usar exige, primero la reflexión sobre lo que uno a hecho hasta ese momento. Por tanto otra manera de trabajar las estrategias es ayudar a los alumnos a reflexionar sobre su propio proceso de aprendizaje, hacerles preguntas que les hagan pensar en que les funcionó bien y qué no les funcionó. Los cuestionarios a toda la clase también nos pueden servir para fomentar la reflexión.




Practicar las estrategias en el aula
Las estrategias se aprenden a base de practicarlas, por lo tanto tendremos que ofrecerles a nuestros alumnos oportunidades y actividades para explorar y practicar nuevas estrategias.
La pregunta que tenemos que hacernos cuando diseñamos actividades para practicar estrategias es


¿qué proceso mental tiene que realizar el alumno para hacer esta actividad?



Cuando trabajo con mis alumnos reglas de gramática lo puedo hacer de muchas maneras. Si les explico yo las reglas mientras ellos toman apuntes el proceso mental de mis alumnos es muy distinto que si les pide que ellos deduzcan reglas a partir de un texto. La materia trabajada es la misma, pero el proceso mental que tiene que realizar mis alumnos es totalmente distinto.
Si, volviendo al ejemplo de la lectura, lo que quiero es que mis alumnos aprendan unas estrategias concreta y no otras ¿qué tipo de actividad promueve esos procesos y no otros?
Cuando diseñamos actividades o ejercicios para afianzar conocimientos lo importante es el resultado, sabemos que un alumno entendió la materia si el ejercicio está bien hecho. Cuando diseñamos ejercicios o actividades para practicar estrategias lo importante es el proceso, y no el resultado, por lo tanto lo importante no es que el alumno haga bien el ejercicio, sino que practique el proceso mental, la estrategia adecuada.
Es importante recordarlo porqué practicar estrategias necesita tiempo, más tiempo que absorber conocimientos. Si un alumno lleva años utilizando una determinada estrategia no la va a cambiar de la noche a la mañana. Cuando trabajamos conocimientos podemos trabajar a corto plazo, pero las estrategias son normalmente un trabajo a medio o a largo plazo.
El plazo que necesite el alumno para cambiar unas estrategias por otras dependerá de muchos factores. Entre otros su estilo de aprendizaje. Las estrategias son los métodos que un alumno utiliza en una situación concreta, el estilo de aprendizaje representa las grandes tendencias que ese alumno muestra. Un alumno visual y con predominio del hemisferio izquierdo puede, sin embargo, utilizar una estrategia auditiva en casos concretos. Y viceversa, un alumno con un estilo muy auditivo puede utilizar estrategias visuales en determinadas tareas.
Es decir, nos podemos encontrar alumnos con estilos de aprendizaje distintos utilizando la misma estrategia en casos concretos. Paralelamente nos podemos encontrar alumnos con estilos de aprendizaje muy parecidos que utilicen estrategias distintas para la misma tarea.
Además las estrategias cambian según el nivel de conocimientos. Un ejemplo claro son las estrategias de lectura en lengua materna y lengua extranjera. Cuando los alumnos están en los estados iniciales del aprendizaje de una lengua extranjera muchos de ellos utilizan estrategias auditivas para leer, incluso aunque esas no sean sus estrategias habituales en lengua materna. Lógicamente es mucho más fácil enseñarles a usar estrategias visuales de lectura en lengua extranjera a aquellos alumnos con un estilo de aprendizaje visual, que ya tienen esas estrategias en su lengua materna, que a alumnos que utilicen estrategias auditivas también en lengua materna.
IDENTIFICAR ESTRATEGIAS

¿Cuáles son las grandes áreas en las que se tienen que desenvolver tus alumnos?

¿Qué tipo de cosas necesitan aprender a hacer tus alumnos en tu área?

¿Qué es lo que caracteriza a alguien que hace bien esto?

¿Cuál es la diferencia entre un 'buen' alumno y uno no tan bueno?

¿Qué tipo de habilidades necesitan desarrollar tus alumnos para poder hacer bien esas cosas?

¿Cómo definirías a alguien con ese tipo de habilidades?

¿Qué características comunes tienen las personas con esas habilidades?

¿Qué comportamientos te dicen que alguien tiene esas habilidades?

ESTRATEGIAS DE LECTURA

¿En que se diferencian los buenos lectores de los malos lectores? ¿Que estrategias les convierten en buenos lectores?
• Saben para que leen y que tipo de información están buscando
• No leen palabra por palabra, sino frases enteras de las que extraen el significado.
• Cuando no saben algo no se bloquean sino que adivinan, elaboran hipótesis y corren ‘riesgos’.
• Utilizan toda la información a su alcance, el título, los dibujos, diagramas, conocimientos previos, etc.
• Identifican los conceptos clave y los relacionan entre si y con sus conocimientos previos.
• Son flexibles, utilizan distintas estrategias de lectura según el texto, la complejidad del tema, sus conocimientos previos, etc.
¿Qué actitudes fomentan el desarrollo de buenas estrategias de lectura?
• Tiene una buena opinión de si mismos como lectores, cuando encuentran dificultades no se desaniman sino que buscan maneras de resolverlas.
• Aceptan la confusión como parte del proceso normal de aprendizaje.
CUESTIONARIOS DE ESTRATEGIAS

Memorización de vocabulario
Díctales a tus alumnos una lista de 20 palabras (por ejemplo, árbol, pizarra, aunque, tiza.....) Diles que las tienen que memorizar, pero que mientras tu las dictas no pueden tomar notas. Cuando acabes de dictar pídelas que las escriban en un papel.
A continuación pídeles que contesten las siguientes preguntas.
¿Cuantas palabras recordaste?
¿Qué hiciste para aprendértelas?
a) las imaginaste de una en una
b) fuiste creando una historia o foto y las fuiste colocando unidas de alguna forma
c) te oíste a ti mismo repitiendo las palabras que decía el profesor
d) cualquier otra manera ¿cual?


Las dos primeras respuestas indican estrategias visuales, la tercera es una estrategia auditiva, los alumnos con estrategias kinestésicas muchas veces no saben explicar como memorizan.
Los alumnos con estrategias visuales normalmente recuerdan más cantidad de palabras que los que tengan otro tipo de estrategias. Los que eligen la segunda respuesta suelen recordarlas todas.


Visualización de símbolos abstractos.
Díctale a tus alumnos unas cuantas operaciones aritméticas (por ejemplo, 342 más 67). Pídelas que las resuelvan mentalmente y que después contesten estas preguntas.
¿Qué operaciones mentales hiciste para resolverlas?
¿Cómo pensaste el resultado?
a) viste los números como escritos en una pizarra
b) te oíste a ti mismo haciendo la operación
c) cualquier otra manera ¿cual?


La primera respuesta indica una estrategia visual, la segunda auditiva, los alumnos kinestésicos suelen elegir la tercera. Muchos alumnos combinan las dos primeras.
La visualización de símbolos abstractos es fundamental en asignaturas como las matemáticas, pero también cuando se trata de comprender reglas gramaticales.

Ortografía
Dile a tus alumnos que les vas a ir dictando algunas palabras, de una en una. Elige palabras cuya ortografía les resulte difícil. Los alumnos tienen que escuchar y escribirlas en un papel.
Al terminar ponles en la pizarra la lista de palabras para que comprueben que las han escrito correctamente.
Después pídeles que respondan estas preguntas.
¿Cómo pensaste la respuesta?
a) viste la palabra escrita mentalmente.
b) viste la palabra escrita mentalmente y notaste si estaba bien o mal.
c) oíste al profesor e inmediatamente notaste si estaba mal o bien.
d) te oíste repetirla mentalmente y notaste si estaba mal o bien.
Los alumnos con faltas de ortografía muchas veces utilizan una estrategia auditiva, o auditiva y kinestésica. Los alumnos sin faltas de ortografía utilizan una estrategia visual y kinestésica (ven la palabra escrita mentalmente y sienten si es correcta o no)

TU VALORACION

• ¿Te ha salido bien el ejercicio?
• ¿Cómo lo preparaste?.
• ¿Qué hiciste para prepararlo que te funcionó bien?
• ¿Qué hiciste para prepararlo que tengas que cambiar o mejorar?
• ¿Qué otras cosas tienes que hacer que no hicieras hasta ahora
• ¿Conoces a alguien a quien se le de bien este tipo de ejercicio?
• ¿Qué hace esa persona que sea distinto de lo que tu haces normalmente?
• ¿Cómo puedes practicar y revisar lo que has aprendido?
ESTRATEGIAS DE LECTURA
ACTIVIDADES DE AULA
• Los buenos lectores saben para que leen y que tipo de información están buscando, es decir, se marcan objetivos claros y se concentran en ellos.
Esta actividad desarrolla esa estrategia:


Lee el texto siguiente. Tienes 30 segundos para contar el número de veces que aparece la palabra estrategias
Desgraciadamente no conozco ningún libro sobre estrategias que sea realmente útil para el trabajo en el aula. Lo que he leído sobre estrategias es muy teórico y se centra en clasificar las estrategias en categorías como estrategias cognitivas o meta-cognitivas. Tengo que reconocer que cuando estoy en el aula con mis alumnos me preocupa muy poco saber si las estrategias que utilizan son meta-cognitivas o no.

Este tipo de actividad, además de practicar la lectura con un objetivo muy concreto, pone de manifiesto que hay muchas maneras de leer y que no siempre nos interesa una lectura detallada. Además al leer con un objetivo y un tiempo marcados esta actividad resulta especialmente útil para los alumnos acostumbrados a leerlo siempre todo, palabra por palabra. Es importante establecer un objetivo lo bastante fácil como para que todos los alumnos lo puedan conseguir sin dificultad.

• Los buenos lectores no leen palabra por palabra, sino frases enteras de las que extraen el significado.

Elige un texto que sea más difícil de lo acostumbrado. Dales copias del texto a tus alumnos y pídeles que subrayen (mejor con un rotulador fluorescente) todo lo que entienden. Insiste en que tienen que subrayar todo lo que entienden, por insignificante que les parezca.
Por difícil que sea el texto que hayas elegido todos se encontrarán con que subrayan más de lo que dejan sin subrayar.
Pídeles que vuelvan a leer el texto, pero esta vez fijándose únicamente en el texto subrayado.
Utilizando la parte del texto que entienden pídeles que te explican de que trata el texto.

Este tipo de actividad ayuda a los alumnos a centrar su atención en lo que saben y no en lo que no saben. El subrayar con fluorescente les demuestra que saben mucho más de lo que piensan.

• Cuando no saben algo no se bloquean sino que adivinan, elaboran hipótesis y corren ‘riesgos’.
Esta actividad les enseña a adivinar a partir del contexto:


La mejor manera de aprender nuevas palabras y sus significados es a base de trompetacion. Cuando una palabra se repite varias veces en el mismo congrojo, te resulta fácil hacerte una idea bomberana del significado aproximado. Este método es mucho más eficaz que el gluntar continuamente a un jantele para consultar el significado de las palabras altortas.
¿Qué significan las palabras en cursiva?
1. trompetacion:.congrojo
1. .bomberana
2. gluntar
3. jantele
4. altortas
Al realizar en su lengua materna una actividad de este tipo, con palabras obviamente inexistentes, los alumnos pueden centrarse en el proceso de adivinar y elaborar hipótesis.

• Utilizan toda la información a su alcance, el título, los dibujos, diagramas, conocimientos previos, etc.

Antes de empezar a leer, pídeles que te digan lo que saben del tema y lo que pueden deducir a partir del titulo, las ilustraciones, etc.

• Identifican los conceptos clave y los relacionan entre sí y con sus conocimientos previos.

Leer un texto y realizar un mapa conceptual de los personajes implicados.

• Son flexibles, utilizan distintas estrategias de lectura según el texto, la complejidad del tema, sus conocimientos previos, etc.

Realizar actividades para practicar estrategias de lectura, explicando porqué las hacemos, para que sirven y que estrategia concreta nos ayudan a desarrollar es, en sí mismo, una manera de desarrollar la flexibilidad y la capacidad de utilizar estrategias distintas según el contexto.

Ninguna de estas actividades es nueva. Trabajar estrategias en el aula muchas veces no implica cambiar lo que estamos haciendo, sino hacerlo de manera más sistemática y explicando a nuestros alumnos porqué lo hacemos.

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